"Comprendo que no soy el dueño de la verdad absoluta, si es que algo así existe. Pero también es cierto que en mi vida necesito manejarme con algunas certezas. Ésas son mis verdades."

Jack Rinella

jueves, 16 de septiembre de 2010

"LA ÚLTIMA CENA"



ANECDOTAS



En nuestra cena de fin de año se congregó la Familia íntima, miembros de nuestra Familia extensa y amigos. Apóstoles del placer, discípulos, ninguno santo, ninguno virgen, ninguno mártir -aunque yo disfrute "martirizando" a algunos de ellos-.


Mis boys hicieron un gran trabajo organizando esta reunión y algunos de ellos poniendo en juego sus condiciones de buenos cocineros.


Siguiendo con las referencias bíblicas señalo con satisfacción que esa noche tampoco faltó "el regreso del hijo pródigo".


Mario (boy toni) sigue destinado a la cárcel de Rawson en función de su trabajo en el Servicio Penitenciario Federal pero vino unos días a Bs. AS. para visitar a su familia biológica -a su madre y a su hermosa hijita producto de su primer matrimonio que vive con ella aquí en Bs.As-. Pero no dudó en sumarse a su Familia Leather -como en los buenos tiempos- para compartir también estas fiestas de fin de año.


boy toni ,por su trabajo en el SPF, -al igual que boy alejandro por el suyo en la PFA- son nuestros grandes proveedores de elementos que de otra manera serían difíciles de conseguir. Y, como regalo de Navidad me entregó un par de ganchos -como él los llama- que incorporé con mucho gusto a mi colección de esposas.


Obviamente, por su profesión, boy toni es desde hace años un elemento muy importante en las sesiones en nuestro dungeon, especialmente en escenas de disciplina, interrogatorios y violaciones, donde adopta -de manera muy interesante- un rol muy dominante.


Al finalizar la noche, cuando sólo quedábamos en la casa boy martín, boy toni y yo, Mario (boy toni) adoptó un tono formal y, siguiendo el Protocolo, me dijo:"Señor: le traje otro regalo". Yo pensé en una tonfa que le había encargado hace tiempo, pero boy toni se levantó del sillón, se acercó a mí, se puso de rodillas, besó mis botas y dijo:"Señor: el otro regalo que le traje, soy yo."
Y recordando tiempos pasados, boy toni cambió ese rol dominante lleno de rudeza que aplica con los esclavos animando las sesiones en nuestro dungeon, para entregarme toda su maravillosa vulnerabilidad. Un regalo muy valioso que incorporé a mi colección de buenos recuerdos.




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